- Ingredientes:
Pan asentado; leche; canela; azúcar, y aceite de oliva.
- Preparación: De pan asentado del día anterior cortamos varias rebanadas,
mojamos en un plato con leche para ablandarlas y las freiremos en abundante y
caliente aceite de oliva; retiramos, escurrimos en un plato con papel de cocina
y seguidamente las pasamos por una mezcla de azúcar y canela.
Algunas curiosidades sobre la canela:
Canela (Cinnamomum
zeylanicum o Cinnamomum verum). El árbol de la canela es un árbol de hoja perenne,
de 10 a 15 m, procedente de Sri Lanka
(antigua Ceilán). Se aprovecha como especia su corteza
interna, extraída pelando y frotando las ramas y se utiliza en rama y molida.
Su nombre procede del
francés antiguo canele, y este del italiano cannella, diminutivo de canna, caña, por la forma de canuto que toma la corteza seca del
canelo.
Molida se utiliza
ampliamente en postres, pasteles, dulces, etc. y entera se utiliza para adornar
y sazonar algunos platillos, sin embargo su uso más extendido está en el famoso
té de canela, que resulta de poner unas varitas de canela a hervir en agua
hasta obtener la infusión, agregando azúcar a gusto. Ha sido usado antiguamente
en la España
rural para inducir sueño a los niños, sobre todo por parte de las madres
rurales para dormir a sus hijos a la hora de ir al campo a trabajar. También se
usaba comúnmente por las mujeres cuando se les retrasaba la regla. Asimismo, se
usaba para sedar y cicatrizar las papilas gustativas. Desde antiguo se le
atribuyeron cualidades afrodisíacas.
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