- Ingredientes:
1 dorada mediana por comensal; agua, y sal gruesa.
- Preparación: En una fuente de horno ponemos
una base de sal sobre la que colocamos las doradas evisceradas, pero no descamadas (para evitar que tome excesivo gusto a sal),
cubriéndolas de sal y rociándolas con un poco de agua con el fin de que la sal
tome cuerpo. Metemos a horno caliente, esperando a que la sal se resquebraje, y
se habrá cocinado en su propio jugo. Cuando retiramos la sal, la piel queda pegada a la
sal y los lomos aparecerán limpios y, si no fuera así, se quitará fácilmente
con un cuchillo. Podemos servirlas acompañadas por una ensalada, menestra o tomates aliñados.
Algunas curiosidades sobre la dorada:
Dorada (Sparus aurata). Pez teleósteo, del suborden de los
Acantopterigios, que alcanza unos 6 dm de largo, con colores vivos y reflejos dorados, de ahí su nombre. Especie costera, abundante desde
las Islas Británicas hasta Cabo Verde y en el Mar Mediterráneo. Hoy también es
muy consumida la que proviene de la acuicultura (piscifactorías).
Por su contenido
moderado de grasa se trata de un pescado semigraso y, por tanto, de bajo aporte
energético, por lo que si se cocina de manera sencilla y con poca grasa, su
consumo es adecuado en dietas de control de peso. Destaca su contenido modesto
en proteínas de alto valor biológico.
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