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Ingredientes:
2 calabacines; ¼ kg de jamón serrano; un paquete de queso en lonchas; 1 brick de 200 ml de nata; 3 huevos, y un poco de pimienta negra molida.
- Preparación:
Lavamos los calabacines y los cortamos en rodajas finas sin pelar; los cocemos
al vapor y reservamos. Aparte, en un molde de horno alargado, que habremos
forrado de film transparente, ponemos una tanda de calabacines, otra de queso
en loncha y otra de jamón serrano, y así sucesivamente hasta casi llenar el
molde, acabando con una capa de calabacín. Por otro lado, batimos los tres
huevos, añadimos el brick de nata, un poco de pimienta negra molida y echamos
el preparado por encima al molde. Metemos al horno al “Baño de María” hasta que
esté dorado (en torno a media hora lo hemos tenido nosotros en modo pastel a 180º), pudiendo pinchar con la aguja para ver si está listo. Desmoldamos
y partimos en lonchas.
Algunas curiosidades sobre el calabacín:
Calabacín (Cucurbita pepo) El
calabacín es una hortaliza que
pertenece a la familia de las Cucurbitáceas. Esta familia comprende unas 850 especies de plantas, en su mayoría herbáceas, trepadoras o rastreras, que producen frutos grandes y protegidos por una corteza firme. Frutas tales como la sandía y el melón pertenecen a esta misma familia, junto con hortalizas tan comunes como el pepino o la calabaza. El origen del calabacín no es bien conocido; no se
sabe con seguridad si procede de Asia Meridional o de América Central. Lo que
sí se conoce es que es una planta cultivada en todas las regiones cálidas de la Tierra desde tiempo
inmemorial. Existen pruebas de que esta hortaliza ya era consumida por los egipcios
y, más tarde, por griegos y romanos. Sin embargo, fueron los árabes quienes
extendieron su cultivo por las regiones mediterráneas, donde se convirtió en un
alimento de consumo habitual en la Edad Media. Su etimología es un diminutivo de
calabaza.
Su principal componente es el agua, seguido de los hidratos de carbono y pequeñas cantidades de grasa y proteínas. Todo esto, unido a su aporte moderado de fibra, convierte al calabacín en un alimento de bajo aporte calórico, idóneo para incluir en la dieta de personas con exceso de peso.
Su principal componente es el agua, seguido de los hidratos de carbono y pequeñas cantidades de grasa y proteínas. Todo esto, unido a su aporte moderado de fibra, convierte al calabacín en un alimento de bajo aporte calórico, idóneo para incluir en la dieta de personas con exceso de peso.
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