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Ingredientes: ¼ kg de champiñones; 350 g de espinacas; un l de leche;
tres huevos; una cebolla; pimienta negra molida; nuez moscada rallada; tres cucharones
repletos de harina; un poco de harina para rebozar; pan rallado; un chorreón de
zumo de limón; aceite de oliva, y sal.
- Preparación: Lavamos y cortamos los champiñones en
pedacitos, cociéndolos seguidamente en una cazuela con un poco de zumo de limón
para que no ennegrezcan y los reservamos. Aparte, limpiamos las espinacas y las
hervimos, escurriéndolas y esperando a que enfríen, picándolas a continuación y
reservándolas junto a los champiñones. Por otro lado, en una sartén grande,
ponemos aceite para rehogar la cebolla muy picadita y a fuego lento para que se
poche y no se queme, agregándole seguidamente las espinacas y los champiñones,
removiendo frecuentemente para que no se nos peguen; salpimentamos, echamos la
nuez moscada, añadimos la harina sin dejar de remover y una vez que esté un
poco cocinada vamos echando la leche poco a poco sin dejar de remover con
nuestra paleta de madera. Cuando la masa está bien mezclada y se despega de la
sartén, volcamos en una fuente y esperamos a que enfríe. Una vez fría la masa, hacemos
las croquetas como ya se indicó en recetas anteriores, pasamos por harina,
huevo batido y pan rallado, congelándolas si lo creemos oportuno, y friéndolas después
en abundante aceite de oliva.
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Sugerencias: Cuando estamos rehogando los
champiñones y las espinacas, podemos añadir unos piñones; el resultado,
¡excelente!
Curiosidades sobre las espinacas:
Espinaca (Spinacia oleracea). Planta hortense, comestible, anual, de la familia de las
Quenopodiáceas, con tallo ramoso, hojas radicales, estrechas, agudas y suaves,
con pecíolos rojizos, flores dioicas, sin corola, y semillas redondas o con
cuernecillos, según las variedades. De origen persa, los árabes la introdujeron
en España en el S. XI, extendiéndose por el resto de Europa en el S. XVI. El término espinaca procede del árabe
hispano
isbináh[a], este
del árabe isbānah o isfānah, y este del persa espenāh.
Rica en vitaminas A y E, yodo y varios antioxidantes.
También contiene bastante ácido oxálico, por lo que se ha de consumir con moderación. El
hierro presente en ella no es tanto como el que le atribuye el famoso personaje
del cómic -Popeye-. Su riqueza en betacarotenos inhibe la aparición de ciertos
tumores y también previene la aparición de enfermedades del corazón. Se puede
consumir fresca, cocida o frita, siendo un alimento muy consejable.
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