sábado, 26 de marzo de 2016

Pasta fresca



-       Ingredientes: 350 g de harina; 3 huevos; 40 ml de aceite de oliva, y 1 cucharadita de sal.

-      Preparación: Mezclamos todos los ingredientes y, una vez elaborada la masa ( a mano o en un robot de cocina), tras dejarla reposar ½ h, hacemos trozos pequeños y los vamos pasando por la máquina (nosotros hemos utilizado una máquina MARCATO Multipast) en varias ocasiones y reduciendo el espesor hasta que tenga el grosor deseado. La cortamos según el modelo que deseemos, dejándola secar en una percha. Y lista para cocerla y consumirla: a la carbonara, pomodoro, boloñesa…    
Es fácil de hacer, especialmente cuando te ayudas de las instrucciones de la máquina y te orienta una buena cocinera como es nuestra amiga Toñi Rivero Olmedo

Algunas curiosidades sobre la huevo: 


Huevo.  Cuerpo redondeado, de tamaño y dureza variables, que producen las hembras de las aves o de otras especies animales, y que contiene el germen del embrión y las sustancias destinadas a su nutrición durante la incubación. Los huevos de las aves constituyen un alimento habitual, muy rico en proteínas y de fácil digestión, siendo el componente principal de múltiples platos dulces y salados, y un complemento imprescindible en muchos otros. Los más consumidos son los de gallina, seguidos de los de pato, oca y codorniz. Desde tiempos prehistóricos ha sido para el ser humano una fuente rica en proteínas. Su nombre procede del latín ovum.
            Fritos, duros, en tortilla, revueltos, escalfados, pasados por agua o formando parte de guisos; he aquí algunas de las variopintas excelencias de nuestro protagonista.
Es una fuente barata y rica de proteínas, y en casi todas sus preparaciones son muy digestivos; también son ricos en vitaminas (aunque carecen de la vitamina C) y en minerales esenciales. No obstante, hay alguna polémica sobre su contenido en colesterol, que es alto, y si eso puede producir hipercolesterolemia en quien lo ingiere. Sin embargo, la yema del huevo es rica también en fosfolípidos, en especial fosfatidilcolina o lecitina, que por esterificación y sustitución detergerían o limpiarían del peligroso colesterol malo (LDL). No es un tema que esté claro ni zanjado, como tantos otros en nutrición. La consideración tradicional de no tomar más de dos huevos al día ni más de diez a la semana, sigue siendo válida.




















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