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Ingredientes: 1 col de tamaño mediano; 6 dientes de ajo; 1
cucharada de pimentón; un poco decomino; 1 pastilla de concentrado de caldo; agua;
aceite de oliva, y sal.
- Preparación: Troceamos la col y la lavamos, reservándola.
Aparte, en la cacerola donde vayamos a cocinarla, echamos los ajos picados y,
antes de que comiencen a dorarse, les añadimos el pimentón, removemos y,
seguidamente, agregamos la col que habremos partido en un tamaño algo mayor que
el tipo "juliana", le añadimos la pastilla de caldo, un poco de comino, la sal a su gusto
y el agua. Removemos y dejamos hacer hasta que la col esté tierna. Puede ser un
plato por ella sola, aunque puede acompañar perfectamente a un filete de ternera o cerdo a la plancha.
Algunas curiosidades sobre la col:
Col (Brassica
oleracea). Planta
hortense, de la familia de las Crucíferas, con hojas radicales muy anchas por
lo común y de pencas gruesas, flores en panoja al extremo de un bohordo,
pequeñas, blancas o amarillas, y semilla muy menuda. Se cultivan muchas
variedades, todas comestibles, que se distinguen por el color y la forma de sus
hojas. La más vulgar tiene las pencas blancas. La col o repollo es originaria de Europa.
Hay constancia de que celtas, griegos y romanos ya la consumían, utilizándolas
estos últimos para los problemas intestinales, pulmonares y para incrementar la
leche en las madres que estaban amamantando. También hay constancia de que los
descubridores la llevaron a América. El
nombre procede del latín caulis.
Rica en agua, fibra, vitaminas A, B, C y E, y minerales como azufre,
potasio, fósforo, etc. Recomendable para la diabetes, el ácido úrico, reducir
el colesterol y prevenir la hipertensión.
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