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Ingredientes: 1 kg o 1 kg y ½ de mejillones; salsa bechamel (según receta de nuestro libro: cebolla, harina, mantequilla, leche, pimienta negra molida, nuez moscada y sal); 1 o 2 huevos; harina; pan
rallado, y aceite de oliva.
- Preparación: Una vez limpios, ponemos los mejillones al
vapor y cuando estén cocidos les quitamos las valvas y las reservamos, troceando
el “bicho” en pedacitos pequeños y también los reservamos. Aparte hacemos una salsa bechamel espesa a la que añadimos
los mejillones troceados; seguidamente rellenamos las conchas con la mezcla y
las pasamos por harina, huevo batido y pan rallado. Freímos en abundante aceite de
oliva y listos para su mesa.
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Sugerencias: Podemos servirlos acompañados de una ensalada o un aliño.
Si no recordamos mal, esta receta nos la facilitó hace ya algunos años nuestra amiga Toñi Rivero Olmedo. Presenta algunas variaciones de las que, en otra ocasión, nos haremos eco.
Algunas curiosidades sobre el mejillón:
Mejillón (Mytilus
Galloprovincialis).
Molusco
lamelibranquio marino, con la concha formada por dos valvas simétricas,
convexas, casi triangulares, de color negro azulado por fuera, algo nacaradas
por dentro, y de unos cuatro centímetros de longitud. Tiene dos músculos
aductores para cerrar la concha, pero el anterior es rudimentario. Vive asido a
las rocas por medio de filamentos. Es muy apreciado como comestible. Su nombre
proviene del portugués mexilhão.
Es un alimento especialmente rico en hierro, cantidad mayor
comparado con muchas carnes y pescados. Puede ser, por tanto, un complemento de
la dieta ideal en caso de anemia. De hecho, sus grandes posibilidades culinarias
son una ventaja; se pueden consumir cocidos al vapor con limón, en escabeche,
con tomate oen ensaladas u otros platos.
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