- Ingredientes: 2 conejos partidos; 1 pimiento verde; 1 pimiento rojo; 1 cebolla; 1 puerro; 2 zanahorias; 2 o 3 dientes de ajo;
1 vaso de vino tinto; aceite
de oliva, y sal.
- Preparación: Freímos los higaditos en una cacerola con aceite de oliva y los reservamos. Seguidamente, enharinamos las presas y las doramos, reservándolas. En el mismo aceiite sofreímos las verduras y cuando están pochadas añadimos los higados y el vino, triturándolo todo con la batidora. A continuación agregamos las presas de conejo, salamos y cocinamos alrededor de unos 45 min a fuego lento. Probamos de sal, por si hemos de rectificar, y listo.
- Sugerencias: Podemos servirlo con un arroz blanco, un puré de patata o con patatas fritas-paja.
Algunas curiosidades sobre el conejo:
Conejo (Orycolagus cuniculus).
Mamífero del orden de los Lagomorfos, de cuatro decímetros de largo, comprendida la cola, y pelo espeso de color ordinariamente gris, orejas tan largas como la
cabeza, patas posteriores más largas que las anteriores, aquellas con cuatro
dedos y estas con cinco, y cola muy corta. Vive en
madrigueras, se domestica fácilmente, su carne es comestible y su pelo se
emplea para fieltros y otras manufacturas. Pertenece a la familia Leporidae,
dentro de la cual existen siete géneros diferentes que pueden ser clasificados
como conejos, incluyendo al conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) y al conejo cola de algodón (género Sylvilagus).
Las liebres pertenecen al mismo orden. El conejo
es una especie muy antigua que desde la Prehistoria habitaba en Europa, en países como
Francia y Bélgica, y más tarde se desplazó hacia la Península Ibérica
y desde aquí
llegó a África y América. Este animal comenzó a domesticarse
durante la Edad Media
y a criarse en jaulas. Su cría se denomina cunicultura. El nombre proviene cunicŭlus, de origen prerromano.