- Ingredientes: 100 g de mantequilla o
margarina; 100 g
de azúcar; 1 tableta de chocolate para fundir o 1 vaso de Nocilla; 100 g de almendras tostadas o
fritas; 2 paquetes de galletas cuadradas; 3 huevos; 3 cucharadas de café negro
(líquido y descafeinado), y 1 vasito de coñac.
- Preparación: Batimos la mantequilla con 3
cucharadas de azúcar y la
Nocilla; cuando hayamos batido bien añadimos las yemas, 3
cucharadas de coñac, las 3 de café y las almendras machacadas (no molidas).
Aparte, en un cuenco, ponemos 3 cucharadas de coñac, 6 de agua y azúcar a gusto
para hacer un almíbar suave, en el que iremos mojando las galletas ligeramente
antes de colocarlas en el fondo de una fuente, que cubriremos con la crema de
chocolate y así sucesivamente (galletas y crema) hasta terminar con una
cubierta de galletas. Por otro lado, batimos las claras a punto de nieve para
cubrir la tarta por arriba y podemos terminarla adornándola con guindas en almíbar, fideos
de chocolate, fideos dulces de colores, caramelo líquido… Otra opción puede ser
la de terminar cubriéndola con chocolate blanco fundido. La metemos al
frigorífico a enfriar y… lista.
Esta receta nos la ha facilitado nuesta amiga Elena Barquero Díaz.
Algunas curiosidades sobre el café:
Café (Coffea arabica o Coffea canephora). El café es la semilla
del cafeto, como de un cm de largo, de color amarillento verdoso, convexa por
una parte y, por la otra, plana y con un surco longitudinal. Los cafetos son arbustos de las regiones
tropicales del género Coffea de la familia
de los Rubiáceos. Dos son las especies que se
utilizan para la preparación de la bebida, aunque también se han probado otras
especies del género Coffea sin gran éxito ni difusión. El cafeto es probablemente originario de Etiopía, en la provincia de Kaffa,
pero la cuestión no está resuelta completamente. La leyenda dice que un pastor
de Abisinia (actual Etiopía), llamado Kaldi,
observó el efecto tonificante de unos pequeños frutos rojosde arbusto en las
cabras que lo habían consumido en los montes, efecto comprobado por él mismo al
renovarse sus energías. A partir del S. XII comenzó a consumirse en Arabia,
introduciéndose en Europa y América en el S. XVII. El nombre procede del
italiano caffe, este del turco kahve, y este del árabe clásico qahwah.
Además de ácidos, hidratos de carbono y minerales,
el café es rico en cafeína. Este
alcaloide tiene un
efecto levemente estimulante en la persona que lo consume. Actualmente se
considera que bebiéndolo en las cantidades normales, sin sobrepasar las tres
tazas diarias, no tiene efectos contraproducentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario