martes, 16 de diciembre de 2014

Croquetas de jamón


-  Ingredientes: ¼ kg o 300 g de jamón picadito; 3 cucharones de harina; 1 l o l y ¼  de leche; 2 o3 huevos; 1 cebolla; pan rallado; aceite de oliva, y sal.
- Preparación: Ponemos aceite de oliva en una sartén, picamos la cebolla y sofreímos; cuando está tierna, añadimos el jamón, rehogamos y, seguidamente, echamos la harina, removemos bien y, poco a poco, agregamos la leche, probando de sal por si hiciera falta salar, hasta que la mezcla se despegue fácilmente de la sartén. Esperamos que enfríe, hacemos las croquetas como ya sabemos, pasamos por harina (opcional), huevo, pan rayado y freímos o congelamos para freír en otro momento. Esto último lo podemos hacer con cualquier tipo de croqueta.

Algunas curiosidades sobre el huevo:


    Huevo.  Cuerpo redondeado, de tamaño y dureza variables, que producen las hembras de las aves ode otras especies animales, y que contiene el germen del embrión y las sustancias destinadas a su nutrición durante la incubación. Los huevos de las aves constituyen un alimento habitual, muy rico en proteínas y de fácil digestión, siendo el componente principal de múltiples platos dulces y salados, y un complemento imprescindible en muchos otros. Los más consumidos son los de gallina, seguidos de los de pato, oca y codorniz. Desde tiempos prehistóricos ha sido para el ser humano una fuente rica en proteínas. Su nombre procede del latín ovum.
            Fritos, duros, en tortilla, revueltos, escalfados, pasados por agua o formando parte de guisos; he aquí algunas de las variopintas excelencias de nuestro protagonista. Es una fuente barata y rica de proteínas, y en casi todas sus preparaciones son muy digestivos; también son ricos en vitaminas (aunque carecen de la vitamina C) y en minerales esenciales. No obstante, hay alguna polémica sobre su contenido en colesterol, que es alto, y si eso puede producir hipercolesterolemia en quien lo ingiere. Sin embargo, la yema del huevo es rica también en fosfolípidos, en especial fosfatidilcolina o lecitina, que por esterificación y sustitución detergerían o limpiarían del peligroso colesterol malo (LDL). No es un tema que esté claro ni zanjado, como tantos otros en nutrición. La consideración tradicional de no tomar más de dos huevos al día ni más de diez a la semana, sigue siendo válida.









       



















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