- Ingredientes: 1 lata de tomate triturado de
½ kg –también podemos utilizar tomate natural–; 4 huevos; 1 cebolla; 2 dientes
de ajo; 1 pimiento verde; 1 manojo de hierbabuena; 100 g de pan asentado en rebanadas;
agua; aceite de oliva, y sal.
- Preparación: En una cacerola echamos el
aceite para refreír la cebolla y el ajo picados y el pimiento partido a los
que, cuando están tiernos, añadimos el tomate, el ramito de hierbabuena y
aproximadamente 1 l
de agua y sal a gusto, así como un poco de azúcar para reducir la acidez del
tomate. Dejamos hervir y poco antes de servirse le echamos el pan para que
esponje y los huevos estrellados para que cuajen a su gusto.
Algunas curiosidades sobre el pan:
Pan. Porción
de masa de harina, por lo común de trigo, y agua que se cuece en un horno y
sirve de alimento. Desde la antigüedad se han elaborado panes de
muchas maneras. Una de las grandes diferencias es la adición de levadura,
cuya acción transforma las características de la harina y le da volumen,
textura, esponjosidad y sabor al pan.
El pan se conoce desde el Neolítico y
fueron los antiguos egipcios los que descubrieron la fermentación. Al pan elaborado sin levadura se le llama
ácimo. Su nombre procede del latín panis.
El pan está compuesto en más de un 50% por
hidratos de carbono, que aportan energía a nuestro organismo, y, aunque en
mucha menor medida, un 7% de proteínas, necesarias para la renovación de los
tejidos. Entre ellas se encuentra el gluten. También contiene vitaminas del
grupo B y minerales como el sodio,
con una importante función en la transmisión de los impulsos nerviosos, y el potasio,
necesario para el buen funcionamiento celular. La afirmación “el pan engorda”
es, cuando menos, controvertida.
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