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Ingredientes: ¼ kg de harina o un vaso de agua lleno de harina; la mitad del mismo vaso con aceite de girasol; otra mitad con vino blanco para cocinar; un sobre le levadura; la ralladura de 1 limón; un poco de matalahúva; un poco de ajonjolí; 3 huevos; ¼ kg de almendras crudas y molidas; 2 latas de cidra de aproximadamente 400 g cada una, y ¼ kg de azúcar.
- Preparación: Mezclamos en un bol la harina, el aceite, el
vino y la levadura, dejando reposar la masa resultante unos 15 m. Seguidamente, en la
bandeja del horno, ponemos papel vegetal y estiramos la masa sobre dicho papel,
espolvoreamos por encima la ralladura de limón, la matalahúva y el ajonjolí y
colocamos cuidadosamente el cabello de ángel (cidra) por encima, pudiéndose
apurar las dos latas en función del gusto de cada cual. Por último, hemos
batido los huevos, las almendras molidas y el azúcar, vertiendo la mezcla
resultante sobre el preparado que tenemos en la bandeja, adornando con un poco
de ajonjolí y matalahúva. Metemos la bandeja en el horno bien caliente,
poniendo la temperatura a 180º durante 15 o 20 minutos hasta observar que está
todo dorado. Delicioso cuando se ha enfriado.
Algunas curiosidades sobre el ajonjolí:
Ajonjolí (Sesamun indicum). El sésamo, cuya
semilla es el ajonjolí, es una planta cultivada por
sus semillas
ricas en aceite,
que se emplean en gastronomía, especialmente en la elaboración de dulces. Se
trata de una
planta herbácea, anual, de la familia de las Pedaliáceas, de un metro de altura, tallo recto, hojas pecioladas, serradas y casi triangulares, flores de corola acampanada, blanca o rósea, y fruto elipsoidal con cuatro cápsulas y muchas semillas amarillentas, muy menudas, oleaginosas y comestibles. Es originaria de la India y de África, desde donde llegó a América transportada por los esclavos, quienes utilizaban sus semillas para espesar y dar sabor a gran variedad de platos. El nombre ajonjolí procede del árabe hispano aǧǧulgulín, que a su vez lo hace del árabe clásico ǧulǧulān.
planta herbácea, anual, de la familia de las Pedaliáceas, de un metro de altura, tallo recto, hojas pecioladas, serradas y casi triangulares, flores de corola acampanada, blanca o rósea, y fruto elipsoidal con cuatro cápsulas y muchas semillas amarillentas, muy menudas, oleaginosas y comestibles. Es originaria de la India y de África, desde donde llegó a América transportada por los esclavos, quienes utilizaban sus semillas para espesar y dar sabor a gran variedad de platos. El nombre ajonjolí procede del árabe hispano aǧǧulgulín, que a su vez lo hace del árabe clásico ǧulǧulān.
Actualmente, las
semillas de sésamo son una de las semillas oleaginosas más utilizadas en la
cocina y repostería internacional, sobre todo en la oriental. Poseen una
cantidad elevada de proteínas, además de ser ricas en metionina, un aminoácido
esencial. Las grasas que contiene son 'grasas buenas', es decir, grasas
insaturadas, lo que junto a su contenido en lecitina convierte a las semillas
de sésamo en un alimento que contribuye a reducir los niveles de colesterol
sanguíneo. Además del calcio, hierro y zinc, las
semillas de sésamo poseen también buenas cantidades de fibra, por lo que su consumo resulta beneficioso para la regulación de la función intestinal.
semillas de sésamo poseen también buenas cantidades de fibra, por lo que su consumo resulta beneficioso para la regulación de la función intestinal.
Hay muchos tipos de tortas de
hornazo. En la Sierra,
el Andévalo y el Condado onubense, el Aljarafe sevillano… existen riquísimos
ejemplos de este dulce, propio de finales de invierno y principios de
primavera. En Hinojos, la torta de hornazo, siempre se asoció con la Semana Santa; para esta fiesta
se hacían algunas tortas en forma de paloma con un huevo en el centro, que los
niños comían el Domingo de Resurrección ante el “Judas” que los escopeteros
destrozaban al poco antes de los “abrazos”.
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