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Ingredientes: 8 huevos; 2 latas pequeñas de atún; queso
rallado para gratinar; un poco de harina; un poco de leche; un poco de mantequilla;
½ cebolla; un poco de tomate frito; un poco de pimienta negra molida; un poco
de aceite de oliva, y sal.
- Preparación: Ponemos a cocer los huevos, dejando que enfríen
y partiéndolos por la mitad, reservando las claras cocidas para rellenar y machacando
con un tenedor las yemas, que también reservaremos. Aparte, en una sartén con
un poco de aceite de oliva, ponemos a sofreír la cebolla muy picadita a la que,
cuando esté pochada, añadiremos el atún escurrido, el tomate frito y las yemas
machacadas y, con este preparado, rellenaremos
las mitades de los huevos. Por otro lado, en una sartén, preparamos una salsa bechamel espesita (un poco de mantequilla, 1 cucharada de
harina, un poco de leche, pimienta negra molida y sal) que pondremos sobre el
relleno de los huevos. Finalmente, sobre los huevos rellenos, ponemos queso rallado y metemos al horno para gratinar.
Si queremos, y para variar, podemos rellenar los huevos con un sofrito de espinacas, champiñones, gambas, etc.
Algunas curiosidades sobre el huevo:
Huevo. Cuerpo
redondeado, de tamaño y dureza variables, que producen las hembras de las aves
o de otras especies animales, y que contiene el germen del embrión y las
sustancias destinadas a su nutrición durante la incubación. Los huevos de las aves constituyen un alimento
habitual, muy rico en proteínas y de fácil digestión, siendo el componente principal
de múltiples platos dulces y salados, y un complemento imprescindible en muchos
otros. Los más consumidos son los de
gallina, seguidos de los de pato, oca y codorniz. Desde tiempos prehistóricos
ha sido para el ser humano una fuente rica en proteínas. Su nombre procede del
latín ovum.
Fritos,
duros, en tortilla, revueltos, escalfados, pasados por agua o formando parte de
guisos; he aquí algunas de las variopintas excelencias de nuestro protagonista. Es una fuente barata
y rica de proteínas,
y en casi todas sus preparaciones son muy digestivos; también son ricos en vitaminas
(aunque carecen de la vitamina C) y en minerales esenciales. No obstante, hay
alguna polémica sobre su contenido en colesterol,
que es alto, y si eso puede producir hipercolesterolemia en quien lo ingiere. Sin
embargo, la yema del huevo es rica
también en fosfólipidos, en especial fosfatidilcolina o lecitina,
que por esterificación y sustitución detergerían o limpiarían del peligroso
colesterol malo (LDL).
No es un tema que esté claro ni zanjado, como tantos otros en nutrición. La
consideración tradicional de no tomar más de dos huevos al día ni más de diez a la semana, sigue siendo válida.
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