- Ingredientes: De 350 g a 400 g de pasta fresca (tipo tallarín,
por ejemplo); ¾ kg de almejas; 2 dientes de ajo; perejil fresco picado; pimienta negra molida; aceite de oliva, y sal.
- Preparación: Ponemos agua con un chorreón de aceite de
oliva y sal a hervir; cuando esté hirviendo, añadimos la pasta fresca y dejamos
hacer al dente, colándola y reservándola. Aparte, en una sartén, ponemos aceite
de oliva y freímos los dientes de ajo muy picaditos, añadiéndoles cuando están
dorados la almejas, que habremos tenido en agua con sal durante dos horas, y
rehogamos agregándole un poco de pimienta negra y, opcionalmente, un chorreón
de vino blanco. Una vez abiertas, quitamos la mitad de la concha, y en la misma
sartén echamos la pasta y el perejil picado, mezclando y sirviendo.
Algunas curiosidades sobre la almeja:
Almeja (Mercenaria mercenaria). Molusco lamelibranquio marino, con valvas casi ovales,
mates o poco lustrosas por fuera, con surcos concéntricos y estrías radiadas
muy finas; en su interior son blanquecinas y algo nacaradas. Su carne es
comestible y muy apreciada. Existen muchas especies, siendo una de las más
conocidas la fina o de Carril (Ruditapes
decussatus). Su nombre quizá provenga del portugués ameijoa.
Deliciosas al vapor, también
rehogadas o acompañando arroces. Rica en proteínas, hierro y fósforo, la almeja tiene propiedades antioxidantes
para nuestro organismo, siendo también rica en vitamina B12. Esta vitamina
hidrosoluble resulta esencial para un adecuado funcionamiento celular, la
formación de glóbulos rojos y la regeneración de los tejidos.
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