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Ingredientes: 1 kg de lomo ibérico o secreto ibérico en
lonchas finas; tantas lonchas de jamón como lomitos o filetes de secreto tengamos;
3 cebollas; 1 vaso de vino Pedro Ximénez; 1 pastilla de concentrado de caldo;
hilo para atar; pimienta molida; aceite de oliva, y sal.
- Preparación: Espalmamos los filetes con el rodillo o un
martillo de madera, colocándolos de uno en uno sobre una tabla de cocina; sobre
cada uno de ellos ponemos una loncha de jamón, enrollamos y bridamos con el
hilo. Por otra parte, pelamos y troceamos las cebollas, calentamos un poco de
aceite en la olla exprés y doramos un poco los rollitos a temperatura elevada, retirándolos
cuando ya estén doraditos. En el mismo aceite, al que añadiremos un poco más,
freímos la cebollas picadas a fuego mínimo y cuando están blanditas incorporamos
los rollitos, el vino, la sal, la pimienta y la pastilla de concentrado; si observamos
que hay poco líquido, añadimos medio vaso de agua, tapamos y contamos 10 o 15
minutos a partir de que la válvula de la olla comience a girar. Retiramos lo
rollitos, trituramos la salsa, quitamos los hilos de los rollitos cuando se han
enfriado y servimos con la salsa.
Esta suculenta receta nos la facilitó nuestra amiga Toñi Rivero Olmedo.
Algunas curiosidades sobre el cerdo:
Cerdo (Sus scrofa
domestica o Sus domesticus). Mamífero artiodáctilo del grupo de
los Suidos, que se cría en domesticidad para aprovechar su cuerpo en la
alimentación humana.
Fue domesticado hace unos 5.000 años, encontrándose en
casi todo el mundo. De él existen
cinco subespecies, siendo la Sus scrofa scrofa la más común en nuestro
continente y en el África Occidental. La
forma silvestre es el jabalí.
El nombre procede de cerda, pelo
grueso.
Es una de las carnes más consumidas en
el mundo, pero al mismo tiempo se considera prohibida por algunas religiones,
por ejemplo: es considerado treifá en el Judaísmo,
o haram bajo las leyes islámicas. Es además una
de las más aprovechadas, formando parte de nuestra alimentación una gran gama
de productos que proceden del cerdo: jamón, chorizo, bacón, morcilla, tocino, paté, etc. Su carne, muy gustosa, ha estado sometida a profundas controversias sobre
su conveniencia, especialmente en lo relativo a sus grasas. No obstante, sobre
estas diferencias hay que señalar
que la
carne de
cerdo contiene ácidos grasos saturados, poco saludables al estar
implicados directamente en el aumento de colesterol en sangre, pero también
contiene ácidos grasos monoinsaturados (grasa buena) y en proporción superior
al resto de carnes. El contenido proteico depende de la especie, edad del animal
o la parte de la canal de la que proceda la carne. Además, la carne de cerdo es rica en minerales, vitaminas
liposolubles y una cantidad de colesterol que varía, siendo moderada en carne y
mayor en vísceras y despojos.
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