Esta receta nos la ha facilitado nuesta amiga Elena Barquero Díaz.
Algunas curiosidades sobre el café:
Café (Coffea arabica o Coffea canephora). El café es la semilla
del cafeto, como de un cm de largo, de color amarillento verdoso, convexa por
una parte y, por la otra, plana y con un surco longitudinal.
Los cafetos son arbustos de las regiones
tropicales del género Coffea de la familia
de los Rubiáceos. Dos son las especies que se
utilizan para la preparación de la bebida, aunque también se han probado otras
especies del género Coffea sin gran éxito ni difusión. El cafeto es probablemente originario de Etiopía, en la provincia de Kaffa,
pero la cuestión no está resuelta completamente. La leyenda dice que un pastor
de Abisinia (actual Etiopía), llamado Kaldi,
observó el efecto tonificante de unos pequeños frutos rojosde arbusto en las
cabras que lo habían consumido en los montes, efecto comprobado por él mismo al
renovarse sus energías. A partir del S. XII comenzó a consumirse en Arabia,
introduciéndose en Europa y América en el S. XVII. El nombre procede del
italiano caffe, este del turco kahve, y este del árabe clásico qahwah.
Además de ácidos, hidratos de carbono y minerales,
el café es rico en cafeína. Este
alcaloide tiene un
efecto levemente estimulante en la persona que lo consume. Actualmente se
considera que bebiéndolo en las cantidades normales, sin sobrepasar las tres
tazas diarias, no tiene efectos contraproducentes.