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Ingredientes: Tres o cuatro manitas de cerdo; una
cebolla; seis dientes de ajo; medio kg de tomate natural o una lata de 400 g de tomate triturado;
dos pimientos verdes; una o dos zanahorias; dos hojas de laurel; unos cuantos
granos de pimienta negra; un vaso de vino; agua; aceite de oliva, y sal.
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Preparación: Limpiamos muy bien las manitas y las
partimos por la mitad (podemos pedir al carnicero que las corte él),
reservándolas. En la olla a presión ponemos tres o cuatro cucharadas de aceite
de oliva y cuando está caliente le echamos la cebolla y los dientes de ajo
partidos, rehogamos y le añadimos los pimientos troceados, los tomates pelados
y partidos, las zanahorias en rodajas, las dos hojas de laurel, la pimienta en
grano y las manitas; mareamos y cuando pasen unos diez minutos agregamos el
vaso de vino y continuamos rehogando. Seguidamente echamos la sal a gusto y
cubrimos de agua, esperando a que comience a hervir para cerrar la olla; cuando
la válvula comience a girar, esperamos media hora, retirando del fuego y dejando
que repose. Opcionalmente, si echamos un poco de chorizo serrano partido al
poner las manitas daremos al plato un toque y sabor distintos. Unas
patatas paja fritas o una ensalada
(mejor esta última) acompañaran perfectamente.
Algunas curiosidades sobre la pimienta:
Pimienta (Piper
nigrum). Es
el fruto del pimentero, del que se extrae la pimienta negra, blanca y verde. Es una
baya redonda, carnosa, rojiza, de unos cuatro milímetros de diámetro, que toma,
cuando seca, color pardo o negruzco. Se arruga algo y contiene una semilla
esférica, córnea y blanca. Es aromática, ardiente, de gusto picante, y muy
usada para condimento de guisos, embutidos y salmueras. Se usa en grano o
molida, obteniéndose esta última mediante el uso del mortero y molinillos que
funcionaban manualmente. La diferencia entre la negra, blanca y verde responde
simplemente al grado de maduración de la pimienta.
Su
nombre procede del latín pigmentum,
a diferencia de su forma en otros idiomas como el francés (poivre), el alemán (pfeffer) o el inglés (pepper) en los que la palabra procede del sanscrito pippali.
La pimienta ha sido cultivada desde la antigüedad, originalmente en la India y Java, atribuyéndose
su introducción en Europa a Alejandro Magno. Esta planta tiene, además de
culinarias, aplicaciones en medicina. Así, combate eficazmente las hemorragias
de las varices o del varicocele, del hígado, de la vejiga o la matriz. Se el
atribuyen propiedades vasoconstrictoras. Es también un antioxidante natural y
se le arrogan propiedades beneficiosas contra el cáncer.
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