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Ingredientes: 1 o 2 berenjenas; 1 huevo; pan
rallado o harina; agua; aceite de oliva, y sal.
- Preparación: Pelamos las berenjenas (opcional) y
las partimos en rodajas. A continuación las introducimos en agua con sal para
que pierdan el amargor durante ½ h aproximadamente; se secan con un paño o
papel de cocina y seguidamente las pasamos por huevo batido y pan rallado (esto
último puede ser sustituido por harina de rebozar). Ya están listas para freír
en abundante aceite de oliva.
- Sugerencias: También podemos servirlas con un poco de miel.
Algunas curiosidades sobre la berenjena:
Berenjena (Solanum
melongena). Planta anual de la familia de
las Solanáceas, de 4 a
6 dm de altura, ramosa, con hojas grandes, aovadas, de color verde, casi
cubiertas de un polvillo blanco y llenas de aguijones, flores grandes y de
color morado, y fruto aovado, de 10
a 12 cm
de largo, cubierto por una película morada y lleno de una pulpa blanca dentro
de la cual están las semillas. Su cultivo es antiquísimo, estando atestiguado
en el sureste asiático en el 2000
a.C. Su nombre proviene del
árabe hispano baḏinǧána,
este del árabe clásico bāḏinǧānah, y
este del persa bātingān.
Su valor energético y nutritivo es pequeño
comparado con otras frutas, verduras y hortalizas. Contiene escasas vitaminas, hidrocarbonos, proteínas y minerales,
siendo el componente mayoritario en su peso el agua, en un 92% de su
composición. El mineral más abundante es el potasio y en
pequeñas cantidades fósforo, calcio, magnesio y hierro. Tiene vitaminas A, B1, B2, B3, C y folatos. Su contenido calórico es casi inexistente.
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