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- Preparación: Evisceramos y limpiamos las caballas –abriéndolas
por la mitad y quitándoles la espina (el pescadero nos puede facilitar la labor)–, las colocamos sobre la plancha, echándoles sal a gusto y rociándolas
con un poco de aceite de oliva. También podríamos ponerlas sobre una parrilla a
la brasa. Para acompañarlas, una pimentada o un picadillo resultan muy adecuados.
Algunas curiosidades sobre la caballa:
Caballa (Scomber
scombrus). Pez teleósteo, de tres a cuatro
decímetros de largo, de color azul y verde con rayas negras por el lomo. Vive
en cardúmenes en el Atlántico Norte y se pesca activamente para su consumo. Su
nombre procede del latín caballa, yegua.
Sus
posibilidades en la cocina son muy ricas: asada, frita, en escabeche, en adobo
o rebozada . La
caballa es un pescado azul; por tanto, su carne es rica en grasas (más que las
sardinas y las anchoas), constituyendo una de las principales fuentes de ácidos
grasos Omega3. Además, es una buena fuente de minerales y vitaminas, entre las
que cabe destacar el contenido en vitamina B2. El consumo de caballa (al igual
que el de otros pescados azules) no está recomendado en casos de hiperuricemia
y gota.
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