- Ingredientes: 1 puerro; 1 nabo; 1 manojo de
apio; 2 zanahorias; 1 tomate; 1 hueso de jamón; una pastilla de concentrado de
caldo; agua, y un chorreón de aceite de oliva.
- Preparación: Ponemos las verduras partidas
en una cacerola junto a los demás ingredientes, cubriéndolos de agua. Una vez
hayan hervido y estén tiernas las verduras, pasamos todo por la batidora o pasapurés
y lista para servir.
Algunas curiosidades sobre el apio:
Apio (Apium graveolens). Planta
de la familia de las Umbelíferas, de 5 a 6 dm de altura, con tallo jugoso, grueso,
lampiño, hueco, asurcado y ramoso, hojas largas y hendidas, y flores muy
pequeñas y blancas. Aporcado es comestible. Es oriundo de la zona mediterránea.
Su nombre procede del latín apĭum.
Se ha utilizado desde
tiempos históricos tanto en la cocina
como en las boticas. Además de su crujiente textura y sabor, es una verdura
“equilibrante”. Si se combina con otros vegetales como la zanahoria
y el tomate,
el jugo de apio ayuda a calmar los
nervios. Hipocalórico, es rico en minerales como el potasio, sodio, magnesio, hierro, azufre, fósforo, manganeso, cobre, aluminio
y zinc,
además es rico en vitaminas A, C, E y algunas del grupo B; ayuda al cuerpo a
deshacerse de impurezas a través de su función diurética (por su contenido en
un aceite volátil, el apiol); rebaja el colesterol y combate la hipertensión; se
caracteriza por ser antirreumático, carminativo, sedante, aperitivo, favorecedor
de la digestión y bastante remineralizante. También ayuda a la formación del
esmalte dentario y es eficaz para eliminar el exceso de ácido úrico.
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