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Ingredientes: Un litro de nata líquida; un flan de sobre
para ocho raciones; un vaso de café, y caramelo líquido.
- Preparación: Ponemos a calentar la nata con el café y
cuando empieza hervir añadimos el flan, removiendo hasta que vuelva a hervir.
Vertemos en el molde caramelizado y, una vez frío, lo metemos en el frigorífico
donde cuajará. Desmoldamos al sacar del frigorífico.
Algunas curiosidades sobre el café:
Café (Coffea arabica o Coffea canephora). El café es la semilla del cafeto, como de un centímetro de largo, de color
amarillento verdoso, convexa por una parte y, por la otra, plana y con un surco
longitudinal. Los
cafetos son arbustos de las regiones tropicales del género Coffea de la familia de los Rubiáceos. Dos son las especies que se
utilizan para la preparación de la bebida, aunque también se han probado otras
especies del género Coffea sin gran éxito ni difusión. El cafeto es probablemente originario de Etiopía, en la provincia de Kaffa,
pero la cuestión no está resuelta completamente. La leyenda dice que un pastor
de Abisinia (actual Etiopía), llamado Kaldi,
observó el efecto tonificante de unos pequeños frutos rojos de arbusto en las
cabras que lo habían consumido en los montes, efecto comprobado por él mismo al
renovarse sus energías. A partir del S. XII comenzó a consumirse en Arabia,
introduciéndose en Europa y América en el S. XVII. El nombre procede del
italiano caffe, este del turco kahve, y este del árabe clásico qahwah.
Además de ácidos,
hidratos de carbono y minerales, el café es
rico en cafeína. Este alcaloide tiene
un efecto levemente estimulante en la persona que lo consume. Actualmente se
considera que bebiéndolo en las cantidades normales, sin sobrepasar las tres
tazas diarias, no tiene efectos contraproducentes.
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