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Ingredientes: 400 g de alubias blancas en
remojo desde la noche anterior—pinta, fabe, etc—; un tomate grande; un pimiento verde; una cebolla; una cabeza de ajos; dos hojas de laurel; una patata; un chorizo serrano para guiso; azafrán; una cucharadita de pimentón (opcional); agua; un chorreón de aceite de oliva, y sal.
- Preparación: Ponemos todos los ingredientes en una
cacerola cubiertos de agua, con la patata pelada y partida en daditos, y una
vez que empiecen a hervir le añadimos agua fría para, cuando nuevamente vuelvan
a hervir, poner al mínimo, echándole agua una o dos veces más hasta que las
alubias estén tiernas (a su gusto). Antes de servirse podemos pasar las
verduras por el pasapuré, dándole cuerpo al guiso.
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Sugerencia: Puede comerse así o, una vez el plato
en la mesa, podemos echarle una cucharadita de vinagre, asegurándole que el
resultado será espectacular. Tanto en este caso como en el de los otros potajes,
podemos asar la cabeza de ajos antes de echarla al guiso; asimismo, se puede
añadir junto al chorizo un poco de tocino.
Algunas curiosidades sobre la alubia:
Alubia (Phaseolus
vulgaris). También judía, poroto, frejol, frijol, chícharo
o habichuela, es el fruto de una planta
herbácea anual, de la familia de las Papilionáceas, con tallos endebles,
volubles, de tres a cuatro metros de longitud, hojas grandes, compuestas de
tres hojuelas acorazonadas unidas por la base, flores blancas en grupos
axilares, y fruto en vainas aplastadas, terminadas en dos puntas, y con varias
semillas de forma de riñón. Se cultiva en las huertas por su fruto comestible,
así seco como verde, y hay muchas especies, que se diferencian por el tamaño de
la planta y el volumen, color y forma de las vainas y semillas. La judía común es
originaria de América latina, donde se le atribuyen dos centros de origen:
México - América Central y Perú-Ecuador-Bolivia. Aunque en Europa, griegos y
romanos conocían una especie afín a la judía común, se puede afirmar casi con
toda certeza
que fue introducida en este continente desde América en el siglo XVI. El término alubia procede del árabe hispano allúbya, este del árabe clásico lúbiyā', y este del persa lubeyā.
Generalmente las alubias suelen asociarse
a platos típicamente invernales, de hecho son más consumidas en esta época. Tienen
una gran versatilidad en la cocina y se pueden combinar con una gran cantidad de ingredientes, ya sean carnes, verduras o pescados. Las alubias son alimentos ricos en fibra, ácido fólico, potasio y hierro (de peor absorción que el procedente de alimentos de origen animal), aunque su componente principal son los hidratos de carbono. También aportan una cantidad importante de proteina vegetal. Por su elevado contenido en fibra soluble, contribuyen a prevenir el estreñimiento, disminuir la tasa de colesterol y mantener más estables los niveles de glucosa en sangre.
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