- Ingredientes: 1 o 2 conejos; 6 dientes de ajo;
un vaso de vino blanco; un poco de comino; un poco de pimentón; un poco de romero; agua; aceite de
oliva, y sal.
- Preparación: Partimos los conejos ya
limpios y los refreímos en el aceite; aparte, hacemos un majado con ajos,
comino, pimentón, un poco de aceite y romero, que agregamos a los conejos,
mareándolos y añadiéndoles el vino. Dejamos cocer y ponemos un poco de agua si
fuera necesario para que el conejo enternezca. Podemos servir con patatas fritas o con champiñones salteados con ajitos.
Algunas curiosidades sobre el conejo:
Conejo (Orycolagus
cuniculus). Mamífero del orden de
los Lagomorfos, de unos 4 dm de largo, comprendida la cola. Tiene pelo espeso
de color ordinariamente gris, orejas tan largas como la cabeza, patas posteriores
más largas que las anteriores, aquellas con cuatro dedos y estas con cinco, y
cola muy corta. Vive en madrigueras, se domestica fácilmente, su carne es comestible
y su pelo se emplea para fieltros y otras manufacturas. Pertenece a la familia Leporidae,
dentro de la cual existen siete géneros diferentes que pueden ser clasificados
como conejos, incluyendo al conejo europeo (Oryctolaguscuniculus) y al conejo cola de algodón (género Sylvilagus).
Las liebres pertenecen al mismo orden. El conejo
es una especie muy antigua que desde la Prehistoria habitaba en Europa, en países como
Francia y Bélgica, y más tarde se desplazó hacia la Península Ibérica y desde aquí llegó a África y América. Este animal comenzó a domesticarse durante la Edad Media y a criarse
en jaulas. Su cría se denomina cunicultura. El
nombre proviene de cunicŭlus, de origen prerromano.
La carne de conejo es una de las mejores, dado que es una carne magra con una
baja proporción de grasa y con menor contenido en ácidos grasos saturados y
colesterol que otras carnes. También destaca su bajo contenido en sodio y su
aporte de vitaminas del grupo B y vitamina E.
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