- Ingredientes: 3 latas de atún al natural escurridas de 80 g de peso neto cada una
aproximadamente; 2 huevos batidos; 2 rebanadas de pan integral con o sin corteza
(nosotros hemos escogido pan integral y, si usted quiere, en vez del pan integral,
puede usar pan rallado); ½ cebolla; 2 dientes de ajo; un poco de perejil; una cucharadita
de mostaza; una cucharadita de zumo de limón; aceite de oliva, y sal a gusto.
- Preparación: Picamos muy bien la cebolla, los dientes de
ajo y el perejil para, en un bol, mezclarlos bien con los restantes
ingredientes utilizando un tenedor hasta obtener una masa homogénea. Vamos formando bolas
que aplastaremos hasta formar las hamburguesas (como en el caso de otro tipo de
hamburguesas, nosotros hemos puesto las bolas en papel film y nos hemos servido
de unos artilugios de Tupperware como se puede apreciar en la foto, así podremos
congelarlas más fácilmente). Finalmente, en una sartén o plancha con muy poquito
aceite de oliva, las cocinamos.
- Sugerencias: Como en otros casos, una salsa mahonesa, salsa Ketchup, una ensalada o patatas fritas paja, pueden acompañarlas perfectamente. Incluso sin ningún otro aditamento, utilizando simplemente el típico pan de hamburguesa o sin él. ¡Exquisitas!
Algunas curiosidades sobre el huevo:
Huevo.
Cuerpo
redondeado, de tamaño y dureza variables, que producen las hembras de las aves
o de otras especies animales, y que contiene el germen del embrión y las
sustancias destinadas a su nutrición durante la incubación. Los huevos de las aves constituyen un alimento
habitual, muy rico en proteínas y de fácil digestión, siendo el componente principal
de múltiples platos dulces y salados, y un complemento imprescindible en muchos
otros. Los más consumidos son los de
gallina, seguidos de los de pato, oca y codorniz. Desde tiempos prehistóricos
ha sido para el ser humano una fuente rica en proteínas. Su nombre procede del
latín ovum.
Fritos,
duros, en tortilla, revueltos, escalfados, pasados por agua o formando parte de
guisos; he aquí algunas de las variopintas excelencias de nuestro protagonista.
Es una fuente barata
y rica de proteínas,
y en casi todas sus preparaciones son muy digestivos; también son ricos en vitaminas
(aunque carecen de la vitamina C) y en minerales esenciales. No obstante, hay
alguna polémica sobre su contenido en colesterol,
que es alto, y si eso puede producir hipercolesterolemia en quien lo ingiere. Sin
embargo, la yema del huevo es rica
también en fosfolípidos, en especial fosfatidilcolina
o lecitina,
que por esterificación y sustitución detergerían o limpiarían del peligroso
colesterol malo (LDL).
No es un tema que esté claro ni zanjado, como tantos otros en nutrición. La
consideración tradicional de no tomar más de dos huevos al día ni más de diez a la semana, sigue siendo válida.
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