- Ingredientes: ½ kg de garbanzos; 1 kg de menudo o
callos (de ternera o cerdo); 1 cabeza de ajos; 1 cebolla; 1 patata partida en cuadraditos (opcional); 1 hueso de jamón (opcional); 1 chorizo pequeño;
un poco de tocino de jamón; 1o 2 pimientos chile; 1 cucharada de pimentón; 1
vaso de vino; agua; aceite de oliva, y sal.
- Preparación: Ponemos los garbanzos, que teníamos en remojo
desde el día anterior, en la olla a presión junto con los callos, que habremos
lavado muy bien, la cebolla, el hueso de jamón, el vaso de vino, el chorizo
partido, el tocino de jamón picado, el pimentón, el aceite, los pimientos chile y la
sal, cubriéndolo todo de agua y a hervir. Cuando la válvula comience a girar
esperamos 1 hora, apagamos el fuego, dejamos reposar antes de servir… y a la
mesa.
- Sugerencias: También admite unas manitas de cerdo.
Algunas curiosidades sobre la sal:
Sal (NaCl). La sal de mesa, sal común o sal marina, es
una sustancia ordinariamente blanca,
cristalina, de sabor propio bien señalado, muy soluble en agua, crepitante en
el fuego y que se emplea para sazonar los alimentos y conservar las carnes
muertas. Es el cloruro sódico que abunda en las aguas del mar y se halla
también en masas sólidas en el seno de la tierra, o disuelta en lagunas y
manantiales.
Es
el condimento más antiguo usado por el hombre y su importancia para la vida es
tal que ha marcado el desarrollo de la historia en diversas fases. Es posible
que el primer tratado conocido sobre la sal apareciera publicado en China por el 2700 a.C. El término salario,
derivado del latín
salarium,
proviene de sal y
deriva de la cantidad de sal que se
le daba a un trabajador -en particular, a los legionarios romanos- para poder
conservar los alimentos. Hasta el s. XIX
se cobraba un impuesto para la sal. Históricamente,
la explotación de sal se ha realizado
en salinas
de las zonas costeras y en minas.
Lo recomendable
es ingerir una cantidad de hasta 6 g/día.
Sólo en momentos de mucha deshidratación debida a la transpiración y la diuresis
como puede ocurrir en jornadas muy cálidas (igual o más de 30 ºC), o
tras ejercicios intensos en los cuales por transpiración se pueden perder mucho
sodio, puede ser recomendable una ingesta de sal que sobrepase los 6 g/día, aunque en prácticamente todos los
casos el consumo de sal es
contraindicado para la gente con hipertensión
o con deficiencias renales. Los regímenes médicos suelen incluir alimentos
pobres en sal.
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