- Ingredientes: 16 obleas; ¼ kg de col; 3 lonchas de bacón; 1
cebolla pequeña; 1 cucharada de mantequilla; 1 cucharadita de harina (integral o no); un poco de pimienta negra molida; un chorreón de vino blanco; aceite de oliva, y sal.
- Preparación: Lavamos y partimos la col muy finita, reservándola.
Aparte, en una sartén ponemos la mantequilla y sofreímos la cebolla muy
picadita hasta que esté transparente; seguidamente añadimos el bacón partido,
mareamos y agregamos la harina, rehogamos y echamos el vino hasta que todo esté
bien ligado, añadiendo la col, salpimentamos y, a fuego lento, dejamos hacer
hasta que la col esté tierna (unos 20 min aproximadamente, pudiéndose añadir agua
caliente si necesitara más cocción). Dejamos enfriar y ponemos la mitad de las
obleas sobre la encimera en que vayamos a trabajarlas, rellenamos con el preparado
y cubrimos con la otra mitad; con un tenedor sellamos los bordes y listas para
el horno o para freírlas en aceite de oliva. Si las hacemos en el horno,
podemos pincelarlas con huevo batido.
Algunas curiosidades sobre la col:
Col (Brassica
oleracea).
Planta
hortense, de la familia de las Crucíferas, con hojas radicales muy anchas por
lo común y de pencas gruesas, flores en panoja al extremo de un bohordo,
pequeñas, blancas o amarillas, y semilla muy menuda. Se cultivan muchas
variedades, todas comestibles, que se distinguen por el color y la forma de sus
hojas. La más vulgar tiene las pencas blancas. La col o repollo es originaria de Europa.
Hay constancia de que celtas, griegos y romanos ya la consumían, utilizándolas
estos últimos para los problemas intestinales, pulmonares y para incrementar la
leche en las madres que estaban amamantando. También hay constancia de que los
descubridores la llevaron a América. El
nombre procede del latín caulis.
Rica en agua, fibra, vitaminas A, B, C y E, y minerales como azufre,
potasio, fósforo, etc. Recomendable para la diabetes, el ácido úrico, reducir
el colesterol y prevenir la hipertensión.
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